El espacio de trabajo del futuro: retos y estrategias para los espacios corporativos
Por Koldo Crespo, fundador y director de Alotark
Vivimos tiempos marcados por una profunda incertidumbre derivada de los cambios geopolíticos, económicos y tecnológicos que nos rodean. Esta sensación de estar en un cambio de paradigma constante desde el inicio del siglo XXI nos obliga a repensar nuestras estrategias de gestión, especialmente en el ámbito de los Recursos Humanos. A continuación, presentamos un diagnóstico de la situación y algunas propuestas clave para abordar este contexto desde la perspectiva de los espacios de trabajo.
Diagnóstico de la situación
- Incertidumbre constante. Nos enfrentamos a un entorno global cambiante que exige adaptabilidad y resiliencia.
- Cuestiones generacionales
La convivencia de generaciones con perspectivas y realidades distintas, desde los nativos digitales (Generación Z) hasta los boomers que están comenzando a jubilarse, genera tensiones y oportunidades. Además, el declive demográfico y la necesidad de combatir el edadismo nos recuerdan el valor del conocimiento intergeneracional y la necesidad de atraer y retener talento de todas las edades. - La igualdad como valor inexcusable
La igualdad de género requiere no solo compromiso, sino también una labor pedagógica continua que fomente la equidad en todos los niveles de la organización. - Teletrabajo vs. Presencialidad, un debate abierto
Desde el impacto de la COVID-19, esta discusión sigue sin resolverse del todo, ya que involucra múltiples perspectivas. Por un lado, los empleados valoran distintos aspectos según sus necesidades personales, generacionales o socioeconómicas. Por ejemplo, trabajar desde casa puede ser ideal para quienes cuentan con un espacio adecuado, mientras que otros prefieren la oficina para evitar las limitaciones del hogar o reducir gastos en transporte.Por otro lado, las empresas enfrentan dilemas sobre la productividad, la creatividad colectiva y la capacidad de transmitir valores corporativos a los empleados y demás stackeholders. Al mismo tiempo, el teletrabajo ha revelado oportunidades significativas de ahorro en áreas como el real estate y el facility management, planteando nuevos enfoques para optimizar recursos sin perder eficiencia ni cohesión cultural. - Tecnología y competitividad: un desafío constante
La carrera tecnológica avanza a un ritmo vertiginoso, imponiendo retos que las empresas no pueden ignorar. Adaptar los equipos de trabajo a nuevas herramientas y tecnologías se ha vuelto imprescindible para mantener la competitividad, especialmente con el impacto transformador que la inteligencia artificial promete aportar.
Sin embargo, el acceso al futuro digital todavía enfrenta barreras significativas. A pesar de la disponibilidad de soluciones tecnológicas, su adopción suele verse limitada por precios elevados, interfaces poco intuitivas y sistemas que carecen de la estabilidad necesaria. Superar estas dificultades es clave para convertir la tecnología en un verdadero motor de crecimiento y competitividad empresarial.
- Criterios ESG: un compromiso ineludible
La sostenibilidad medioambiental, social y de buen gobierno corporativo (ESG) se ha convertido en una prioridad ineludible para las organizaciones. Nuestros procesos deben alinearse con indicadores clave de desempeño (KPI) que reflejen este compromiso, afrontando el desafío de ser sostenibles en un entorno marcado por restricciones constantes.
El concepto de sostenibilidad, que nos acompaña desde hace más de una década, exige respuestas concretas y continuas. Un ejemplo claro son las cada vez más estrictas Directivas europeas en materia de edificación, que imponen mayores requisitos anualmente y nos obligan a adaptarnos para cumplir con estándares que impulsan un futuro más responsable y equilibrado.
¿Qué hacemos ante esta realidad? Del workplace a un nuevo hábitat corporativo
En un contexto global incierto, marcado por amplios niveles de desafección hacia la política y las administraciones públicas, las empresas juegan un papel crucial al aportar certezas y propósito a sus colaboradores. Las oficinas no son solo espacios físicos; son escenarios clave para transmitir propósito, valores y seguridad a los colaboradores. Son mucho más que oficinas, son auténticos hábitats corporativos.
Espacios corporativos como vínculo empático
Las oficinas no son solo lugares donde desempeñamos nuestras tareas; son el teatro de operaciones donde se transmiten los valores corporativos y se construye una relación bidireccional entre empresa y personas. Un espacio bien diseñado puede actuar como catalizador para fortalecer la empatía y la identificación de los colaboradores con la organización.
La configuración de estos espacios debe priorizar la funcionalidad, la flexibilidad y la capacidad de adaptación. Un diseño radicalmente flexible permite abordar el desafío del modelo híbrido entre teletrabajo y presencialidad, optimizando el uso de recursos y adaptándose a las necesidades cambiantes del día a día.
Adiós al puesto fijo, bienvenida la diversificación
El modelo tradicional de escritorio asignado ha quedado obsoleto. Los espacios de trabajo deben transformarse en entornos diversificados, que incluyan áreas colaborativas, zonas de concentración y espacios que fomenten el liderazgo transversal. Este enfoque no solo optimiza recursos, sino que también promueve nuevas metodologías de trabajo, coexistiendo con las prácticas tradicionales.
La marca del empleador: el espacio como mensaje
El espacio de trabajo es la primera interfaz perceptible de una empresa y un elemento crucial para atraer y retener talento. Más allá de la remuneración y el salario emocional, un diseño cuidadoso transforma cada rincón en un mensaje sobre lo que la empresa es y quiere ser. Los espacios hablan, y su lenguaje impacta directamente en cómo nos sentimos y percibimos nuestra relación con la organización.
La convivencia generacional y los encuentros informales.
La diversidad generacional en los espacios de trabajo no solo es posible, sino altamente deseable. Los contactos informales, como un café con un colega experimentado, pueden convertirse en oportunidades de aprendizaje invaluables. Estas interacciones espontáneas son esenciales para construir relaciones y resolver problemas con mayor agilidad, algo difícil de replicar en entornos virtuales.
Tecnología y evolución: el futuro ya está aquí.
La incorporación de tecnologías avanzadas, como la inteligencia artificial, es imprescindible para optimizar el uso de los espacios, mejorar la conectividad y facilitar nuevas formas de colaboración. Desde la computación en la nube que elimina la necesidad de equipos locales, hasta futuras aplicaciones holográficas, las oficinas deben estar preparadas para integrar estas soluciones de manera progresiva y efectiva.
El desafío radica en diseñar espacios evolutivos que puedan adaptarse fácilmente a los avances tecnológicos y a las necesidades cambiantes de los equipos. La tecnología también será clave para gestionar el mantenimiento, optimizar condiciones ambientales y prolongar la vida útil de los equipos e instalaciones.
Sostenibilidad: un compromiso ineludible
La sostenibilidad no puede limitarse al medio ambiente; debe incluir a las personas. Los materiales utilizados en los espacios de trabajo deben responder a criterios de circularidad, con un claro enfoque en el impacto emocional y físico que generan. La neuroarquitectura emerge como una disciplina clave para diseñar espacios que estimulen positivamente nuestros sentidos y emociones, influyendo directamente en nuestro bienestar y productividad.
Conclusión: hacia un espacio humano, flexible, tecnológico y evolutivo
No existe una solución única para abordar estos desafíos, pero un espacio humano, flexible, tecnológico y evolutivo puede convertirse en una herramienta poderosa para afrontar el futuro. Más allá de la funcionalidad, las oficinas deben transformarse en un hábitat corporativo, un entorno vivo y dinámico que proporcione un propósito y seguridad en un mundo cada vez más complejo.
En Alotark ayudamos a las empresas a transformar el espacio de trabajo en una herramienta estratégica para atraer talento, potenciar el bienestar y preparar a sus empresas para el futuro.